viernes, 21 de marzo de 2014

Vientos del Pueblo ante los resultados de las elecciones seccionales del 23 de febrero en Ecuador


Vientos del Pueblo ante los resultados de las elecciones seccionales del 23 de febrero en Ecuador

“La vida real, la historia de las revoluciones efectivas muestran que las ‘simpatías de la mayoría de los trabajadores’ no pueden ser demostradas muchas veces por ninguna votación –sin hablar ya de las votaciones organizadas por los explotadores ¡a base de la ‘igualdad’ del explotador con el explotado! Muy a menudo, las ‘simpatías de la mayoría de los trabajadores’ se demuestran no en votaciones, sino por el crecimiento de uno de los partidos, o por el aumento del número de sus miembros en los soviets, o por el éxito de una huelga que, debido a una u otra razón, adquiere enorme importancia, o por el éxito en la guerra civil, etc.” Lenin Carta a los comunistas italianos, franceses y alemanes. 

Ante los resultados de las elecciones seccionales del 23 de febrero en Ecuador
  1. La derecha tradicional triunfó en Guayaquil, mientras la derecha reciclada hizo lo mismo en Quito. El gobierno, representante de la burguesía burocrática, empieza a ceder ciertos espacios de poder importantes, sobre todo a nivel de las alcaldías (de las 10 ciudades más grandes del país, sólo en una triunfó). En cuanto a las prefecturas el gobierno manifiesta que ganó en diez, de las cuales seis fueron en alianza con otros partidos. 
  2. Las elecciones seccionales demuestran que el gobierno sufre un proceso de desgaste importante como consecuencia de las políticas anti-populares que ha implementado, así como efecto de los escándalos de corrupción y la enorme cantidad de promesas incumplidas. Estas elecciones representan un revés considerable para el oficialismo, puesto que pierde en la mayoría de provincias y cantones. En los municipios y prefecturas que gana, lo hace en una buena parte gracias a las alianzas con otros movimientos o caudillos locales que han estado ligados a la “partidocracia”, como es el caso de Mariano Curicama -ex Pachakutic- en la prefectura de Chimborazo, Fernando Naranjo -ex Izquierda Democrático- en prefectura de Tungurahua, Patricio Cisneros -ex Social Cristiano- en prefectura de Santa Elena, Jimmy Jairala -ex PRE- en prefectura de Guayas, y Gustavo Baroja -ex Izquierda Democrática- en prefectura de Pichincha.  A esto se suma la pérdida de la alcaldía en tres capitales que son consideradas las más importantes del país: Cuenca, Quito y Guayaquil.
  3. El gobierno se sostiene en la imagen de su caudillo, no en una comprensión y apoyo racional de los sectores populares, por eso no es gratuito el hecho de que la principal imagen de campaña haya sido la cara del presidente Correa. Se aprovechan de la desinformación y el poco conocimiento político del pueblo para sostener su farsa en base a elementos emocionales, simbólicos, pero que en lo concreto no son nada más que palabras al viento. En las ciudades y provincias la política de Alianza País es derrotada porque se ven más de cerca los problemas concretos, como es el caso de Quito, o del Oriente. Pero hay que ir más allá de lo local, los sectores populares deben entender los problemas macro, que son muchas veces de los que se deriva lo local. Hay que entender las medidas claves del gobierno que a veces pasan desapercibidas por diluirse en el interés inmediato y no en el análisis profundo de esas problemáticas. Nos referimos a aspectos como la variante extractivista, la reprimarización de la economía, el endeudamiento externo con China, la corporativización, criminalización, el desarrollo de una forma de gobierno fascista con el Estado como controlador de la vida social, la elitización de la educación, etc. A pesar de la descarada campaña del oficialismo y sus candidatos, estos no pudieron triunfar.
  4. Uno de los sectores más favorecidos de estas elecciones fue el Partido Avanza, dirigido por Ramiro Gonzáles, actual Ministro de Industrias del gobierno, y ex militante de la Izquierda Democrática. Es uno de los grupos que emergió al amparo de la revolución ciudadana y que pretende seguir creciendo de esta manera, aunque guardando una mayor independencia como ocurrió en estas elecciones. 
  5. En un sector de la burguesía se está dando un recambio generacional fruto del desgaste de la partidocracia y sus viejos caudillos. Este revés de Alianza País permite profundizar el reacomodo de fichas donde la derecha tradicional ha renovado algunos de sus cuadros para disputarle espacios dentro del Estado a la burguesía burocrática -nuevos ricos que utilizan el aparato de Estado como eje de acumulación-. Uno de los representantes de esa tendencia es Mauricio Rodas, un personaje vinculado a los grupos de poder, un “niño rico” formado en la ideología pro-imperialista, con trayectoria en ong’s y fundaciones al servicio del capital. Seguramente los problemas que enfrentaron los quiteños con Augusto Barrera lo harán también con el nuevo alcalde y hay que prepararse para luchar ante ello. Rodas busca utilizar este espacio de poder, basándose en una “buena administración”, como trampolín para una futura elección presidencial. Y claramente esto último le preocupa a Alianza País. 
  6. El porcentaje de votos que obtuvieron los movimientos o partidos no oficialistas no son un respaldo directo hacia ellos, como buscan hacerlo parecer Nebot, Rodas y otros candidatos. Sino que detrás de éste se esconde un gran porcentaje que votó por ellos en rechazo al gobierno actual o a sus candidatos. Lamentablemente se sigue cayendo en el juego de elegir el menos malo, de creer en esta falsa democracia. 
  7. A Augusto Barrera y sus acólitos se les acabó la fiesta, por lo menos por los próximos cinco años. Evidentemente su política antipopular les pasó factura. Los vendedores ambulantes a los que persiguió, los artistas a los que despojó el derecho al trabajo en los espacios públicos, los jóvenes a los que hostigó con su cobarde policía municipal, los excesivos y elevados impuestos, las multas por millón de motivos, la situación de los barrios populares, los grandes negociados en infraestructura, demostraron el rechazo a su administración.
  8. Se vienen algunos cambios en el partido de gobierno y en puestos claves del Estado como consecuencia del fracaso electoral. Sin duda los diferentes grupos que existen en Alianza País llegan a los momentos más confrontativos cuando hay que elegir los candidatos. Esta vez no fue la excepción. Este factor contribuyó de manera decisiva para no cerrar el acuerdo electoral con Avanza, puesto que la dirección nacional de Alianza País no estaba dispuesta a ceder cuotas de poder ofrecidas y garantizadas a alguna gente en los diferentes cantones y provincias. Las pugnas intestinas proseguirán. No hay que caer en el error de pensar que es una disputa entre el "sector revolucionario" y el sector "reaccionario", entre la izquierda y la derecha que coexisten dentro de Alianza País, sino que es básicamente una pugna por intereses económicos particulares de cada grupo.
  9. ¿Y ahora qué irán hacer ciertos funcionarios que se quedan sin los puestos que les permitían vivir cómoda y parasitariamente? ¿O qué van hacer organizaciones como Diabluma, JCE, FDU, Al Sur del Cielo?, por nombrar a las más conocidas. ¿Que van hacer todas estas organizaciones que se han vendido por unas cuantas migajas, por unos cuantos dólares, que son parásitos que viven del municipio y el gobierno? ¿Ahora le van a pedir limosna a Mauricio Rodas? ¿O les basta con la plata de los ministerios? Hay que ver hacia donde corren todos estos lamebotas sin ideología ni identidad.
  10. El pueblo no ganó ni perdió, simplemente no jugó, en las elecciones no se disputa nada que se relacione con los intereses de los sectores populares. No tiene por qué sentirse feliz o triste por uno u otro candidato. Estar peleándose por ellos es sumamente irracional cuando no eres más que un número que representa un voto para que lleguen a esas instancias burocráticas y sirvan a sus patrones acomodándose económicamente. Hay que depositar la confianza en nuestras propias fuerzas, en las organizaciones que vamos gestando, en cómo éstas representan a los sectores populares en la lucha y los van ligando a una dinámica revolucionaria ascendente.
  11. El voto nulo sacó un porcentaje que bordea entre el 6 o 7%. Nuestro objetivo no es que gane el Nulo, sino que éste represente un índice de desconfianza en las elecciones, que permita ir develando su carácter, para posteriormente plantear consignas como No Votar, que vayan acompañadas de una mayor lucha social. El porcentaje es interesante a pesar de que en elecciones como esta  los sectores populares se ven envueltos en este antagonismo de fantasía que se da entre la derecha y la supuesta izquierda, entre la burguesía tradicional y los nuevos ricos, entre los neoliberales y los socialistas del siglo XXI, en la realidad concreta los dos proyectos no tienen contradicciones esenciales en los asuntos de fondo, en el manejo de la economía, en la utilización del Estado, en la promulgación de leyes antipopulares, en los intereses de clase que representan.  A veces el concepto de izquierda y derecha es muy amplio, y sirve para disfrazar proyectos del capital, tal como ocurre con los membretes de ‘revolucionario’ o ‘progresista’. En la “izquierda” puedes encontrar desde la socialdemocracia, el socialismo del siglo XXI, hasta el anarquismo y el comunismo. Por eso debemos tener claro que la denominación ‘izquierda’ es un concepto liberal que nació en el seno de la Revolución burguesa en Francia; debemos empezar a diferencia los programas y las ideologías, pues dentro de la “izquierda” está arraigada una izquierda del capital, reformista y que contribuye decisivamente a mantener el orden establecido, dedicada a buscar cuotas de poder de la torta estatal, bajo la eterna consigna de ‘acumulación de fuerzas’ y ‘generación de condiciones’. Los comunistas nos diferenciamos radicalmente de esas posturas.
  12. Los partidos reformistas demuestran nuevamente su crisis en estas elecciones, a pesar del reflote de Pachakutic que obtuvo tres prefecturas, y el MPD que está disputando la de Esmeraldas; ambos partidos han hecho un sinfín de alianzas con el oficialismo, Suma y Sociedad Patriótica, para obtener dichas "dignidades". La gente se va dando cuenta de esta falsa izquierda como cómplice de los grupos de poder, como grupos donde sus dirigentes hacen vida económica de la política y llevan a las masas al fango electoral, desenfocándolos de sus intereses de clase. Algunos "izquierdosos" ven con agrado que Pachakutic haya ganado las prefecturas de Zamora Chinchipe y Morona Santiago, espacios donde se desarrollan tres de los cinco proyectos de mega minería que se pretenden implementar en el país. Estos personajes lo que harán es seguir matando la resistencia de las comunidades campesinas que se han opuesto a los proyectos desde el 2006 y donde tuvo un papel clave la Coordinadora Nacional por la Defensa de la Vida y la Soberanía CNDVS. Pachakutic, la Conaie, las ongs y personajes como Quishpe se treparon simplemente a la ola de lucha para desarmarla, canalizándola a espacios institucionales donde perdió fuerza. Hablaban de conseguir prefecturas, alcaldías, juntas parroquiales para enfrentar al gobierno y su plan extractivista. Los resultados hablan por sí solos, cuando estos individuos se infiltraron a la lucha anti-minera lo que lograron fue dividirla y atenuarla. Y desde los "espacios de poder" como ellos los denominan (es decir desde el mismo estado burgués) no ha pasado nada con sus parlamentarios, prefectos y alcaldes. Su posición es clara, no se oponen a la megaminería, sino que buscan más regalías o que esos recursos se distribuyan en las comunidades del Oriente.  No existe una oposición de fondo contra la lógica extractivista del imperialismo y el gobierno. No hay que permitir que estos oportunistas que viven a costa del mismo estado burgués continúen desarmando la lucha, y peor caer en ingenuas ilusiones que desde el mismo Estado (prefecturas) se va a poder enfrentar este problema. 
  13. El asunto de que los sectores populares se equivoquen eligiendo a uno u otro candidato no tiene que ver con un error de “elección”, sino de comprensión del problema de fondo. Y en ello juega no sólo la alienación fruto de las políticas impuestas por la burguesía y sus aparatos ideológicos (democracia, instituciones educativas, medios de comunicación, iglesia, academia e intelectualidad ecuatoriana, etc.) sino una trayectoria colaboracionista arraigada históricamente, la cual hay que romper. Los proletarios no hacen política participando o votando en las elecciones, hacen política realmente cuando comprenden sus intereses de clase y la naturaleza del Estado, la democracia y las elecciones, y luchan contra ellas. Eso es lo estratégico, lo profundo. Las elecciones no deberían ser el único termómetro para medir la consciencia de la gente, ello restringe el análisis. La consciencia para los aparatos burgueses (medios masivos de comunicación, gobierno-estado) y sus intelectuales sólo existe de forma institucional, es decir en relación a la “democracia”, o sea al involucramiento de los sectores populares en la dinámica estatal –elecciones, corporativismo-, y no cuando su acción sobrepasa aquellos márgenes y se convierte en lucha popular o en procesos organizativos no institucionales.
  14. El camino que debemos transitar para lograr una verdadera emancipación es organizándonos para luchar, no para participar en elecciones o en otros de los instrumentos que utilizan las clases dominantes (veedurías, consejos de participación, etc.) para desenfocarnos de los verdaderos y efectivos métodos de lucha. Necesitamos seguir generando referentes organizativos que tomen como principios base la independencia y autogestión, que puedan defender los derechos del pueblo de manera directa a través de la lucha y que vayan ligándolos a través de estos hacia una dinámica revolucionaria. En ese camino nos encontramos y estamos convencidos y seguros de qué es lo que hay que hacer.
¡Revolucionando la consciencia, evolucionando mediante la acción, Soplan Vientos del Pueblo para la Organización Popular!

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