La Historia del Partido Comunista del Ecuador: una antología al colaboracionismo
Los
orígenes del Partido Comunista del Ecuador (PCE) se remontan a inicios
de los años 30’s del siglo pasado, cuando dentro del Partido Socialista
del Ecuador (PSE) empezaron las discrepancias entre el ala de quienes
querían vincularse a la III Internacional y quienes pretendían
permanecer alejados de ésta. Hay que tomar en cuenta que el PSE fue un
frente político que encerraba a personajes de variada ideología, desde
liberales, socialdemócratas hasta “comunistas”. Nosotros atribuimos esta
ruptura a la incapacidad de sus miembros de poder repartirse las cuotas
de poder a las que tenían acceso y a las pugnas de bandos que se daban
dentro de éste. Esto hizo que en 1931, una fracción del entonces PSE,
dirigida por Ricardo Paredes, funde el PCE, dando origen, como se verá
en este documento, a uno de los partidos más colaboracionistas,
acomodadizos y contrarrevolucionarios que ha existido en nuestro país.
Orígenes y desarrollo
Si
bien el PCE se autoproclamaba como Marxista-Leninista, éste surgió bajo
una línea revisionista, a tal punto que tan sólo tres años después de
su nacimiento, utilizó las elecciones como principal y único camino de
“tomar el poder”. Su candidato presidencial en 1934 fue el máximo
dirigente de esta organización, Ricardo Paredes. Lo propio hacía el PSE
con Carlos Zambrano Orejuela como candidato.
Posteriormente
se dio el primer acercamiento entre el PSE y el PCE, dado que los
últimos abandonaron la consigna de la construcción de un gobierno de los
soviets, que había sido tomada de forma mecánica, y adoptaron como
tesis, junto con la revolución agraria antiimperialista, la de un
gobierno popular revolucionario, así como la táctica de los frentes
populares. Hechos estos cambios, el PCE y PSE tuvieron una alianza que
posibilitó en 1935 la candidatura a la presidencia del General Luis
Larrea Alba, militar que intentó agrupar a sus seguidores en la
Vanguardia Revolucionaria. Algo parecido sucedería décadas después,
cuando estos mismos partidos catapultaron al gobierno del entonces
“coronel progresista y bolivariano” Lucio Gutiérrez.
Poco
después el PCE creó la Asociación Femenina Ecuatoriana, bajo el mando de
María Luisa Gómez de la Torre, en donde también participó Nela
Martínez, quien afirmaba que “la idea de que la mujer jugara un papel en
la política eran tan incomprensible para las élites, que no había ni un
baño para mujeres en el palacio legislativo”. Seguramente hoy en día
estarían felices de ver que tres mujeres comandan el congreso nacional.
Por
su parte, en 1941 fue creado el Frente Unido Antifascista bajo la
dirección de Pedro Saad Niyaim y Raymond Meriguet, ambos eran los
principales dirigentes del PCE y defendían abiertamente al revisionismo
internacional que encarnaba en el Secretario General del Partido
Comunista Norteamericano, Earl Browder. Durante estos años, quien fuera
el máximo dirigente del PCE, Pedro Saad Niyaim, había introducido como
material básico de estudio entre sus miembros las obras de Browder,
cuyas tres tesis esenciales eran: a) asegurar la paz para las futuras
generaciones a partir de la confianza y cooperación entre el bloque
capitalista y socialista; b) reducir al mínimo y poner limites definidos
a la lucha de clases interna en cada país; c) luego de la segunda
guerra mundial se habrían creado las condiciones para el tránsito
pacífico hacia el Socialismo. En definitiva, el PCE era “tan comunista”
que defendía la coexistencia pacífica entre los países capitalistas y
socialistas, perseguía anular la lucha de clases y planteaba el tránsito
pacífico al socialismo. ¡Vaya que eran comunistas!
Todas
las tesis políticas señaladas anteriormente determinaron la posición y
camino colaboracionista que tomaron los frentes que este partido
dirigió, tales como la Federación de Estudiantes Universitarios del
Ecuador (FEUE) creada en 1942; la Central de Trabajadores del Ecuador
(CTE) creada en 1944; la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI) fundada
en 1945; y la Unión Nacional de Educadores (UNE) formada en 1950. Aquí
debemos anotar que si bien las bases de estos frentes en varias
ocasiones llevaron a cabo acciones y determinadas luchas importantes,
estos frentes estuvieron conducidos para servir al PCE y a su línea
oportunista y colaboracionista.
“La Gloriosa” participación del PCE a favor del status quo
Una
de las principales tesis del browderismo planteaba la necesidad de
generar alianzas sociales y políticas bajo una visión pluriclasista,
señalamiento que no sólo se materializó en los frentes creados, sino
también la conducta electoral del PCE. En 1943 se formó la Alianza
Democrática Ecuatoriana (ADE) donde confluían variedad de partidos, que
iban desde el PCE, pasaban por el PSE y llegaban hasta Acción
Revolucionaria Nacionalista Ecuatoriana (ARNE), este último movimiento
era defensor de los gobiernos fascistas de Europa y abiertamente
anticomunista.
Este frente amplio se formó para combatir
al entonces presidente Arroyo del Río y para auspiciar la candidatura de
Velasco Ibarra a la presidencia. Finalmente a mediados de 1944 Arroyo
del Río tuvo que renunciar después de innumerables levantamientos
populares que se habían dado a lo largo del país. De inmediato ADE
asumió transitoriamente el poder, conformando la Junta Provisional de
Gobierno que debía durar hasta que llegue a Quito José María Velasco
Ibarra. Estaba compuesta por Julio Teodoro Salem del Partido Liberal,
Mariano Suárez Veintimilla del Partido Comunista, Manuel Agustín Aguirre
del Partido Socialista, así como por varios terratenientes de la
sierra. Se trata del primer camionetazo de la historia ecuatoriana.
En
este contexto, el autodenominado Partido Comunista del Ecuador, en vez
inyectar en las masas la necesidad de la lucha, se dedicó a impulsar a
la mayor cantidad posible de sus miembros como Diputados de la Asamblea
Constituyente, consiguiendo 15 de 85 curules. En ese momento, el PCE
planteaba como tarea fundamental, no aprovechar el ambiente de
convulsión para elevar el nivel de conciencia, organización y lucha de
las masas, sino la redacción de la nueva Constitución. Así pues, el PCE,
junto con el PSE, llamó al pueblo a desmovilizarse en aras de la
“Unidad Nacional”. Una vez más las masas de indígenas, mujeres y
trabajadores que formaban parte de las bases de la FEI, CTE, FEUE y UNE,
eran traicionadas. Y es que es precisamente en esto en lo que consiste
el papel que cumple el revisionismo y el reformismo, constituirse en la
avanzada de la burguesía en el movimiento popular. Algunos dirán, ¿para
qué? Precisamente para desmovilizarlo, para conducirlo a los estrechos
márgenes de la democracia burguesa, para detener los estallidos
sociales. Por esto Lenin afirmaba que la lucha contra el imperialismo es
una frase vacía si no va acompañada de la lucha contra el revisionismo y
el reformismo. Y es precisamente esa una de las tareas que tenemos
quienes buscamos transformar la sociedad.
A propósito de
aquel acontecimiento de 1944, el Secretario General del PSE y coideario
del PCE, Manuel Agustín Aguirre, quien fuera vicepresidente de esta
asamblea, reseñaba muy bien el planteamiento político de los
“revolucionarios” de la época: “El pueblo ecuatoriano hizo una
revolución el 28 de mayo. Ahora ese pueblo ha depositado esa revolución
en nuestras manos para que nosotros la escribamos… porque los pueblos
hacen la revolución y las Constituyentes la escriben”. Estos
comentarios representan lo más elevado del reformismo y de la
tergiversación del comunismo. Con esto queda claro como estos
autodenominados “marxistas” ensanchan su pecho negando el papel que
cumplen las masas en los cambios de la historia; después de todo varios
“comunistas” ocuparon cargos en el gobierno velasquista, tuvieron las
carteras de Educación y Previsión Social y los mandos de la Contraloría
General, la procuraduría General y el Tribunal de justicia Especial,
entre otros.
Posteriormente en 1946 Velasco Ibarra se
declaró dictador, y derogó la Constitución que poco antes habían
redactado los “comunistas”. Con esto terminaron los sueños y espejismos
de quienes quisieron hacer creer que con aquella constitución se habían
sentado las bases de la nueva sociedad. Nada más alejado de una
concepción marxista de la realidad, nada más revisionista, nada más
alejado de una comprensión correcta del Estado.
Sin
embargo, no duraron mucho en sus cargos y a finales del mismo año,
después de haber sido sacados de sus curules y altos cargos, en el III
congreso del PCE, hicieron una mea culpa y “reconocieron las fallas
tácticas”, al haber forjado alianzas y frentes populares policlasistas
con todas las posturas políticas.
PCE apoya al Socialimperialismo
El
PCE fue ilegalizado desde 1946 hasta que en el gobierno del bien
conocido proimperitalista gobierno del terrateniente Galo Plaza, fue
legalizado, dando apoyo total a este gobierno. Más adelante, en 1956 el
PCE y PSE presentaron una alianza denominada Frente Democrático
Nacional, contra Camilo Ponce, apoyando la candidatura Raúl Clemente
Huerta y José María Plaza, el primero un abogado de la burguesía y el
otro un terrateniente ganadero y hermano de Galo Plaza.
En
ese mismo año, después de realizado el XX congreso del Partido
Comunista de la Unión Soviética, donde Krushov se tomó la dirección del
Partido y del Estado, la dirección del PCE, liderada por Pedro Saad,
acogió mecánicamente los dictados de Krushov, sobre todo los ataques
contra Stalin. Ahora la línea revisionista que había venido
desarrollando el PCE a lo largo de toda su vida política,
implícitamente, se hizo explicita al haber planteado el parlamentarismo y
no la violencia revolucionaria como forma de lucha; haber asumido el
partido de masas en vez del partido de vanguardia y destacamento de los
cuadros más avanzados de proletariado. A todo esto hay que aclarar que
si bien la política parlamentarista era la única que había venido
aplicando el PCE, desde este momento su política reformista se hizo más
evidente y pública. Así, al siguiente año, el máximo líder del PCE,
Pedro Saad, planteó la transición pacífica por la vía electoral al
Socialismo, tomando en cuenta, según él, la tradición democrática y
constitucionalista de nuestro país.
Las rupturas del PCE
En
1960 el PCE y el PSE, junto con el populista partido Concentración de
Fuerzas Populares (CFP), apoyaron la candidatura de Antonio Parra y
Benjamín Carrión. El lema de campaña que acompañaba a los “comunistas”
era “¡Parra-Carrión, Revolución!”.
Así mismo, en medida
del triunfo de la Revolución Cubana por la vía armada y el conflicto
chino soviético a nivel internacional, en 1964 es fundado el oportunista
y revisionista PCMLE, lo que ha decir de muchos dejo gravemente
diezmado al PCE, dado que la mayor parte de sus militantes pasaron a
formar parte de esta nueva agrupación.
Por otra parte, de
las juventudes del PCE y CFP nació la Unión Revolucionaria de Jóvenes
del Ecuador (URJE), grupo seguidor del proceso cubano, de tendencia
foquista. De igual forma, varios ex miembros del PCE y de otros
partidos, participaron de un proyecto guerrillero, conocido como el de
las “guerrillas del Toachi”, que fracasó a las 48 horas de haber
iniciado.
Mientras tanto, en las elecciones de 1968, el
PCE activó su frente político alrededor de la Unión Democrática Popular
(UDP), y participó con candidaturas propias encabezadas por Elías
Gallegos Anda.
El apoyo a la dictadura y la creación del FADI
La
dictadura militar encabezada por Guillermo Rodríguez Lara fue
catalogada en su época por casi todas las organizaciones de izquierda,
como nacionalista, patriótica y revolucionaria (algo parecido a lo que
sucede actualmente con la Revolución Ciudadana). Los militantes del PCE
saludaron la gestión del régimen y lo apoyaron. Si bien varios partidos y
organizaciones populares coquetearon con el gobierno, la participación
del PCE fue la más repudiable en tanto estos se acercaron a la
dictadura, justificándose en la política del régimen por defender los
recursos naturales del Ecuador. El entonces Secretario general del PCE,
Pedro Saad, fue miembro consultivo de la Junta de Relaciones Exteriores
del régimen. Así pues una tarea pendiente sería descubrir a cuál de
todos los gobiernos no apoyó.
En 1969, en el marco de la
convocatoria a las elecciones que debían haberse realizado en junio de
1970 y de un estatuto electoral aprobado para el efecto, el PCE
inscribió a la denominada Unión Democrática Popular (UDP) como frente
electoral; pero al haberse suspendido las elecciones por el autogolpe de
Velasco y no haber tenido más objetivo en la participación en este
proceso, la UDP quedó relegada durante el período dictatorial para ser
desempolvada en vísperas del retorno al régimen democrático de 1979.
Para
esa época, una variedad de todo tipo de partidos y organizaciones de
izquierda se juntaron en el llamado Frente Amplio de Izquierda (FADI),
cuya dirección estaba en manos del PCE. Su participación electoral en
las elecciones de 1979 estuvo encabezada por René Maugé y Anibal Muñoz,
hijo de Leonardo Muñoz, fundador en 1926 del PSE. Estos quedaron
relegados al último lugar. La misma suerte corrió a nivel de diputados,
provocando que al no reunir el mínimo de votación indispensable, la UDP
pierda su vigencia legal.
A pesar de que el FADI era un
frente político de varios sectores, éste fue convirtiéndose en un
espacio de pugnas entre quienes lo conformaron, pero donde el PCE tenía
control mayoritario.
Los años 80’s y el retorno a la democracia
Para
1984 el PCE, a través del FADI candidatizó a René Maugé. En las
elecciones de 1984, el FADI logró un legislador nacional y un
provincial; el Movimiento Popular Democrático (MPD) un legislador
nacional y dos provinciales; mientras el PSE obtuvo un legislador
provincial. Todos ellos se integraron en el Congreso Nacional al “Bloque
Progresista” que, junto a los diputados de la Izquierda Democrática
(ID), la Democracia Popular (DP) y el Partido Roldosista Ecuatoriano
(PRE), se aliaron contra el gobierno de Febres Cordero.
En
1986, el resultado electoral de aquel entonces permitió que el PSE
lograra seis legisladores, el MPD obtuviera tres diputados y por el FADI
fueran electos dos representantes. Dichos diputados ratificaron su
pertenencia al Frente Progresista y en medio de esa alianza, Enrique
Ayala fue designado Vicepresidente del Congreso. Así es como queda
grabado en la historia ecuatoriana el colaboracionismo con el que se han
manejado el PCE, PSE, y demás organizaciones reformistas.
En
el contexto de este panorama general se alistaron las elecciones de
1988, a cuya contienda eleccionaria la izquierda pretendió llegar
electoralmente unida y para cuyo propósito en abril de 1987 los partidos
Socialista, FADI y MPD, aprobaron un Programa de Gobierno común. Sin
embargo, al no haber existido un acuerdo en relación a las candidaturas,
un sector del FADI (pues otro grupo proveniente de este partido
constituyó el FADI-Rebelde) y el MPD formaron el Frente de Izquierda
Unida, en tanto el Socialismo y el FADI-Rebelde impulsaron el Frente
Patriótico.
El FADI Rebelde, luego, concretó su separación
del FADI y constituyó en 1987, Liberación Nacional (LN), el que, en
octubre de 1989, fue reconocido como partido político por el Tribunal
Supremo Electoral.
La ruptura del FADI estuvo precedida de
una confrontación política e ideológica al interior del PC entre la
dirección nacional del Partido y el núcleo de dirigentes y militantes
comunistas de la provincia de Pichincha, quienes liderados por Alfredo
Castillo, se mostraron contrarios, entre otras discrepancias, a los
acuerdos electorales con el MPD. Castillo fue la figura a cuyo alrededor
se constituyó LN. Por su parte, el Frente de Izquierda Unida postuló la
candidatura presidencial del militante del MPD Jaime Hurtado, y fue su
binomio el Secretario del PCE, Efraín Álvarez. Al final ninguno pasó a
la segunda vuelta.
En enero de 1988 se llevaron a efecto
las elecciones Presidenciales y el recambio de diputados. El FADI
(frente del PCE), por su parte, que había logrado un diputado nacional y
un diputado provincial, apoyó en la segunda vuelta electoral al binomio
de la ID, Rodrigo Borja y Luis Parodi, llegando a establecer acuerdos
parlamentarios con el bloque de gobierno. Todo esto rindió sus frutos
para el PCE, dado que varios de sus miembros ocuparon importantes cargos
en este gobierno.
La caída del muro
En
las elecciones de 1992, en las que se designó un nuevo Presidente de la
República y se renovó el Congreso en cuanto a diputados nacionales y
provinciales, la izquierda participó con candidaturas propias. Así, el
PCE, a través del FADI, postuló a la Presidencia a Gustavo Iturralde,
quedando éste en penúltimo puesto.
En las elecciones de
medio período, en 1994, el desgaste del FADI y del PSE fue evidente, lo
que provocó a que en agosto de 1995 se de la fusión entre el FADI (PCE) y
el PSE producto de lo cual se constituyó una nueva estructura orgánica y
política que pasó a denominarse Partido Socialista- Frente Amplio
(PSE-FA). Dicha fusión constituyó el reencuentro de las raíces
históricas del reformismo en el Ecuador que, en 1931, dieron lugar a la
formación del PSE, por un lado, y del PCE, por otra parte. La fusión fue
un proceso que no involucró solamente al frente político de los
comunistas, el FADI, sino al propio Partido Comunista del Ecuador y al
Socialismo Ecuatoriano. Después de todo eran revolucionarios de la misma
calaña.
Manuel Salgado Tamayo, dirigente del PSRE y
después del PSE, fue el primer Presidente del nuevo PS-FA y Rafael
Quintero López, hasta entonces dirigente nacional del PCE y del FADI,
fue electo como Vicepresidente.
La formación del PSE-FA
era la única salida que tenían los miembros del PCE después de que su
tradición colaboracionista y traición a sus bases había menguado su
electorado, así como a la caída del muro de Berlín, que le significó
entre otras cosas quedarse sin financiamiento extranjero. Hay que tomar
en cuenta que durante muchas décadas la relación del PCE con la URSS le
significó viajes y entrada de dinero para organización de diversidad de
eventos. Entonces, el PS-FA se transformó en el reducto del agonizante
PCE.
En octubre de 1996, un grupo de militantes del PCE
resolvió reconstituir el Partido Comunista del Ecuador, para cuyo efecto
convocaron al trigésimo congreso de dicha organización, a pesar de que
la fusión entre comunistas y socialistas se había constituido para
entonces en una realidad en las diversas provincias del país.
Posteriormente este mismo sector del PCE que había intentado
reagruparse, se adhirió a las candidaturas de la ID y en muchos casos se
afiliaron a este partido. De esta forma, para ese entonces el PCE había
quedado totalmente diezmado.
Para las elecciones de 1996,
en donde estaban disputándose Nebot y Bucaram, el PS-FA propició un
acuerdo político-electoral entre el candidato Bucaram y varios sectores
sociales, entre ellos la CEOSL, la CEDOC y dirigentes barriales, etc.
En
las elecciones de 1998 el PSE-FA apoyó a Freddy Elhers y formó parte de
una alianza política con Pachacutik y Nuevo País. La primera vuelta
electoral fue ganada por el binomio Jamil Mahuad-Gustavo Noboa, de la
Democracia Popular (DP), quienes se enfrentaron al binomio Álvaro
Noboa-Alfredo Castillo, bajo la bandera del PRE. Aquí vale anotar que
Castillo fue miembro del PCE y fundador de LN, ex colaborador de Abdalá,
ex Ministro de Gobierno de Alfredo Palacio y, en el actual gobierno, ex
presidente del diario público El Telégrafo. Lo último que se conoce de
este personaje es que actuó como traductor de Correa en su gira por
Rusia.
En la candidatura de Lucio Gutiérrez también
apoyaron, ofreciendo su sede, que actualmente deslumbra de color verde
país, como lugar de encuentro para organizar la campaña electoral.
La revolución ciudadana y la resurrección del PCE
El
Partido Comunista del Ecuador, fue uno de los primeros partidos que
respaldó la candidatura de Rafael Correa a la presidencia de la
República, lo hicieron públicamente el 23 de mayo del 2006 en el acto
por el 80 aniversario del PCE. Según consta en la página web del PCE, el
31 de julio del 2006 suscribieron un Acuerdo Político-Programático
basado en cuatro puntos: Defensa de la soberanía nacional, construcción
de un nuevo modelo político económico y social, guerra total a la
corrupción y un gobierno profundamente latinoamericanista.
Edwin Pérez, en ese entonces Secretario General de la Juventud Comunista del Ecuador, en una entrevista de 2009, señalaba que: “Nosotros
caracterizamos la llamada ‘Revolución Ciudadana’, como un proceso de
transformaciones políticas con grandes perspectivas de ir cumpliendo las
aspiraciones por las que el pueblo ecuatoriano ha venido luchando y
resistiendo, no debe olvidarse que en el Ecuador en diez años se
tumbaron tres presidentes de la república, lo que demuestra que el
pueblo venía buscando quien encarne sus aspiraciones y su negativa a la
aplicación del modelo neoliberal. La Revolución Ciudadana sostenemos
nosotros se entronca, se enlaza con varios de los postulados de la
Revolución Nacional Democrática por la que por décadas hemos venido
luchando desde el PCE”.
El apoyo por parte del PCE y
de sus frentes ha sido incondicional. Así tenemos que la CTE ha sido un
instrumento utilizado por el gobierno y los empresarios para legitimar
una serie de decretos y leyes en beneficio de los intereses de la
burguesía. Religiosamente la CTE ha asistido a la marcha del primero de
mayo en el bando del gobierno, desde el parque el Arbolito hasta la
plaza de San Francisco. Lo mismo ha hecho en las ciudades en las que
tienen a trabajadores afiliados. En el 2012, Édgar Sarango, presidente
de la CTE afirmaba que “sería una irresponsabilidad no apoyar a un
Gobierno que se ha perfilado con buenas acciones”. Referente a los
comicios de 2013, Sarango resaltó en el congreso realizado en marzo
concluyeron que continuarán apoyando el proyecto político que lleva
adelante el presidente de la República, Rafael Correa, “queremos avanzar
a consolidar un país más equitativo, justo y democrático“, considera
que el aporte desde el sector sindical de las agrupaciones populares es
necesario para afianzar el proceso, “si no entramos hacer actores
políticos desde el movimiento no estamos generando propuestas de
cambio“.
Por su parte la FEI, también filial de la CTE,
que actualmente tiene su sede al interior de las oficinas del edificio
del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca, fue
recibida en el palacio de Carondelet en 2008. En aquella ocasión, José
Guasaca, dirigente de esta organización, señalaba que “la FEI y los
ponchos rojos estamos aquí para respaldar al proyecto político acordado
con el gobierno” y “expresar nuestro respaldo a usted señor Presidente
para que dé con mucha fuerza el cambio de la estructura social y
económica que espera el pueblo”. En aquella ocasión estaban dando apoyo
total al referéndum, en donde entre el sí y el “sí crítico” todos
terminaron apoyando la propuesta del gobierno. También decía que
“estamos aquí firmemente unidos los indios de los ponchos rojos porque
usted está recuperando ese Estado que estaba privatizado. Usted con su
acción está regulando el sistema de vida y social de los ecuatorianos”. Y
esta posición servil de parte de esta organización continúa hasta el
día de hoy.
El PCE apoya las principales tesis políticas
del gobierno como son el cambio de matriz productiva que no es más que
un discurso que intenta ocultar el interés de continuar reprimarizando
la economía ecuatoriana, ahora en base a la promesa de la minería, así
como a las grandes obras de infraestructura como hidroeléctricas que no
hacen más que, a la larga, incrementar las ganancias de los
capitalistas. Otro punto fundamental es la política corporativa que ha
emprendido este gobierno desde sus inicios, centrándose en la cooptación
de grandes sectores de la sociedad. Por otra parte está la política
represiva y de censura que está llevando a cabo el gobierno, en base al
cambio y reforma del cuerpo jurídico, con el claro ejemplo del Código
Penal. Así el PCE escribía una hoja más en el libro del oportunismo más
descarado que ha existido en nuestro país.
Breves biografías de comunistas amarillos
A
continuación presentamos una breve reseña de algunos miembros del PCE
en donde se vislumbra que este partido ha estado metido en casi todos
los gobiernos.
Gustavo Iturralde Núñez, Secretario General del PCE
hasta el 2012, fue candidato a la presidencia por el FADI en 1992, en
2002 integró la lista de candidatos para el Parlamento Andino en la
alianza con Sociedad Patriótica (SP) y Pachakutik (Pk); junto con Ciro
Guzmán del MPD fue asesor de Lucio Gutiérrez; fue candidato a la
Alcaldía de Guayaquil en 2004 por el FADI, pero fue descalificado por el
Tribunal Electoral del Guayas; participó como candidato a quinto
asambleísta al Parlamento Andino en las elecciones de febrero de 2013
con AP, así como Director de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) en
el actual gobierno.
Juan Meriguet, miembro del PCE es hijo
de Raymond Meriguet, fundador del movimiento Antinazi en Ecuador y de
Nela Martínez, y esposo de la asambleísta de AP María Augusta Calle, se
ha desempeñado como Delegado Permanente de AP al Foro de Sao Paulo, fue
brazo ejecutor de AP para articular los comités de la revolución
ciudadana (CRC), subsecretario de Fortalecimiento de Movimientos
Sociales y Pueblos, Ministerio de Coordinación de la Política,
coordinador de la Agencia Alternativa de Prensa y Comunicación
(Altercom), y actualmente Asesor de Ministro de Relaciones Exteriores,
Comercio e Integración.
Diego Veintimilla, miembro de la
JCE y del PCE, fue presidente de la FEUE de Cuenca durante dos períodos,
es representante del movimiento de Consejo de Movimientos Sociales de
la Alba, y electo asambleísta por AP en el último periodo. Por su parte
Alexis Sánchez Miño, miembro del PCE, fue elegido asambleísta por AP
para Tungurahua. José Clemente Agualsaca, funge de suplente de Irina
Cabezas como asambleísta nacional. Así mismo, en 2010 otro miembro del
PCE, Isidro Luque Casares, laboró como Director Provincial del IESS, y
terció como asambleísta por el Frente Amplio Pueblo Unido FA-PU, pero no
ganó. Lorena Quimbiurco, militante del PCE, es asambleísta suplente por
Imbabura.
René Mougé, fue miembro del PCE y ex candidato a
la presidencia por el FADI, después de eso se pasó a la Izquierda
Democrática (ID), actualmente dirige el Instituto de Investigación y
Análisis Político Electoral del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Gandhi Burbano, ex miembro del Comité Central del PCE, también trabaja en el CNE.
Domingo
Paredes, ex militante del PCE, es el presidente del Consejo Nacional
Electoral. De joven acompañaba a Rene Maugé en su campaña electoral como
chofer y guardaespaldas. En los 90’s, cuando había caído el Muro de
Berlín, dejó el comunismo e inició su faceta ecológica en Fundación
Natura. Después de todo varios de los viejos comunistas habían hecho lo
mismo, amparándose en cientos de ong’s.
Pedro Saad padre,
primer secretario del viejo PC, fue miembro titular de la Junta
Consultiva de Relaciones Exteriores en la dictadura militar de Guillermo
Rodríguez Lara. Pedro Saad hijo, líder histórico del PCE, fue asesor y
secretario de comunicación del socialdemócrata Rodrigo Borja.
Galo
Mora, ex militante del PCE formó parte de la fracción que constituyó LN
a inicios de los 90’s. Este personaje fue asesor de Jamil Mahuad y
actualmente es Secretario Ejecutivo de AP, uno de los hombres de más
confianza del presidente. Su hermano, Miguel Mora, es el Director de
Cultural del Municipio de Quito. Esta familia es paradigmática en medida
de la relación que ha mantenido este partido con el ámbito cultural.
Mantiene una relación cercana con el área cultural. Así podemos hablar
del cafetín Charpentier (actual Prometeo), donde “en medio de la vida
bohemia discutían los problemas de la revolución”. Siempre han mantenido
una relación muy estrecha con la Fundación Guayasamín, cuyo máximo
líder no fue más que un representante del reformismo burgués en el arte.
De este mismo modo, mantenían relaciones muy estrechas con Cuba y
actualmente con Venezuela. Los beneficios de todo esto eran poder hacer
turismo, y obtener puestos de representación. La cereza del pastel es el
estrecho vínculo existente con el grupo Pueblo Nuevo, de quienes se
conoce que se benefician de los contratos de la organización y montaje
de los grandes eventos, como fue la posesión presidencial en el parque
Bicentenario.
Pablo Celi fue Secretario de Organización
del Partido Comunista de Pichincha y posteriormente de LN, colaboró con
el Gobierno de Abdalá Bucaram, trabajando como subsecretario de la
ministra de Educación Sandra Correa, involucrado en el caso de Mochila
escolar, pero absuelto posteriormente. También colaboró en el Gobierno
de Gustavo Noboa en la coordinación de los diálogos para la redacción
del "Libro Blanco de la Defensa Nacional". Fue asesor personal de Lucio
Gutiérrez. En 2011 fue nombrado como Subdirector del Centro de Estudios
Estratégicos de Defensa (CEED) de Unasur.
Rafael
Quintero, fue dirigente del PCE, del FADI y del PS-FA. Fue concejal de
Quito entre 1988 y 1992. En el 2006, el PS-FA se alió con el AP y buscó
la diputación por Pichincha, pero perdió. En el 2009 también fue
candidato a la Asamblea. Ingresó a la Cancillería en el 2010 como
subsecretario para África, Asia y Oceanía. Renunció en noviembre del
2012, meses después del escándalo de la valija diplomática que llegó con
droga a Italia. Actualmente el PS-FA está escindido, y la facción
gobiernista es encabezada por Fabián Solano, ex militante del Partido
Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN) del millonario Álvaro
Noboa.
Xavier Garaicoa, ex miembro del Comité Central del
PCE, fue miembro titular de la Procuraduría General del Estado en el
actual gobierno de Correa.
Estuardo Gualle, militante del
PCE, trabajó en el gobierno de Lucio Gutiérrez. Con el respaldo de los
diputados del PRE, PRIAN y MPD, Gualle y Lenin Rosero del MPD, fueron
electos como presidente y vicepresidente del Tribunal constitucional
respectivamente.
Edgar Ponce, dirigente histórico del PCE,
ex líder sindical de los trabajadores de la Empresa Eléctrica Quito, es
el actual embajador Ecuador en Cuba. Por su parte, su hijo, Alexis
Ponce, ex líder de la organización de derechos humanos APDH, ha ocupado
la Subsecretaria social de Senagua.
Esto es algo de lo que hemos
podido encontrar, sin embargo, estamos seguros de que hay muchos más
militantes y ex militantes del PCE de cuya vida política podríamos
escribir.
Conclusiones
El PARTIDO
COMUNISTA DEL ECUADOR no es más que un aparato servil a los intereses
del imperialismo, la burguesía y los gobiernos de turno. Ha cumplido a
lo largo de la historia con ese papel colaboracionista y capitulador. Su
tesis central para justificar su participación electoral siempre ha
sido “la vía pacífica de transición al Socialismo”. Sus consignas son
"ampliación de la democracia" y el "gobierno de todo el pueblo". Así
mismo, a pesar de que se reconocen como marxistas leninistas, caen en el
más terrible revisionismo al defender el Partido de todo el pueblo, el
partido de masas, negando el carácter de clase del Partido del
Proletariado la necesidad de que este incluya a los cuados más avanzados
para la revolución. Una de las características básicas del PCE en las
últimas etapas ha sido el apoyo sistemático a todas las dictaduras y
gobiernos burgueses que se han sucedido en el Poder, lo que poco a poco
ha ido desenmascarándoles paulatinamente, haciendo que su estructura se
fraccione en sucesivas ocasiones.
El papel que este
partido ha desempeñado en el frente obrero no ha hecho más que impulsar
al legalismo, a la conciliación y al colaboracionismo entre la clase
trabajadora y la burguesía. Hablar de personajes como Santiago Yagual,
así como del resto de centrales sindicales, merece un capítulo aparte.
Durante los años en los que tuvieron fuerza en el campo, sobre todo en
la sierra norte, los campesinos e indígenas fueron conducidos por el
camino del cooperativismo y la adquisición de tierras. Y en lo referente
al campo educativo hicieron lo mismo con las masas estudiantiles.
En
definitiva, su práctica política única son las elecciones y pactar con
el gobierno de turno, y para esto han usado todos los medios que han
tenido a su alcance. A propósito de esto, en una entrevista realizada en
1987 por diario El Expreso, Elías Muñoz Vicuña, uno de los principales
cuadros teóricos que ha tenido el PCE, señalaba que: “Las elecciones
son para defender al pueblo, esclarecerlo y conducirlo a la lucha, en
estos momentos en todo el país hay un duro debate preparatorio en busca
del buen y leal camino en las elecciones. Tienen que entrar en juego
todos los recursos democráticos para movilizar al pueblo hacia las
elecciones, equivocarse produce la desmovilización, la división y la
crisis.” ¿Qué podríamos añadir a esto?